Guerreros literatos

Otto Skorzeny

El título de uno de sus libros autobiográficos define de manera concluyente lo que fue su vida: Vive peligrosamente. La frase es de Nietzsche, filósofo de cabecera de Skorzeny y muchas otras personas.

Nacido en Viena el 12 de junio de 1908 en una familia "de posibles", estudió ingeniería en su ciudad como su padre. Ya en la facultad destacaba por su físico y personalidad, quedando su valentía fuera de toda duda a juzgar por sus cicatrices, demostraciones palpables de valor en varios duelos a espada entre estudiantes.

Joven, patriota e idealista, se afilió al Partido Nacionalsocialista austríaco en 1930. Tras la deseada anexión de Austria por Alemania y el comienzo de la 2ªGM, comienza una fulgurante carrera militar. Aunque él hubiera preferido el arma aérea, la Luftwaffe, empezará la contienda en artillería. Primero Francia, luego Holanda y los Balcanes, y ya como oficial, la campaña de Rusia, dónde será evacuado por enfermedad a finales de 1941.

Tras unos meses de recuperación y cambios de destino, es condecorado con la Cruz de Hierro en 1942. Pero lo que cambiará su destino y la historia de las unidades de operaciones especiales, no llegará hasta 1943. Tras ser ascendido de nuevo, es nombrado comandante de la Friedenthaler Jagverband, es decir, de los Grupos de caza Friedenthal, nombre de la población donde estarían acuarteladas las unidades de comando alemanas, más tarde conocidas como Batallón ( y al final de la guerra, División) Brandemburgo.

La gesta por la que pasará a la Historia el gigante austríaco, será en septiembre de 1943: el propio Hitler en una entrevista personal, le pide que libere a su amigo Benito Mussolini, arrestado por italianos traidores, antes de que lo pongan en manos de los aliados. Dicho y hecho, un comando llega en planeadores de manera sorpresiva a lo alto de unas montañas, desarmando a los captores que mantenían preso a Mussolini en el hotel de montaña del Gran Sasso. Son paracaidistas al mando de Otto Skorzeny.

En agradecimiento, es de nuevo ascendido y se le encarga la formación de más comandos para misiones especiales. No logrará repetir éxito en la captura del líder partisano yugoslavo Josip Broz, más conocido como Tito, pero sí liberar en 1944 al mandatario húngaro Niklas Von Horty, depuesto y encerrado en Budapest al cambiar de chaqueta los magiares. En una nueva acción imposible, se infiltra en la capital húngara y saca de palacio a Von Horty envuelto en una alfombra.

Poco más tarde, durante la fallida ofensiva de las Ardenas, consigue infiltrar comandos disfrazados de norteamericanos y que dominan el inglés, creando gran confusión en la retaguardia y forjando su propia leyenda: la prensa americana le calificará a partir de entonces como el hombre más peligroso de Europa.

Consigue finalizar con vida la 2ªGM, pero es capturado y encarcelado por los aliados. Se fuga, como es su deber en 1948. Llega a la Argentina, donde ejerce de guardaespaldas de Evita Perón, luego a Egipto y finalmente llega a España, donde tras vivir y trabajar con relativa normalidad, fallece en 1975.

De él se ha escrito mucho, sobre todo últimamente. Pero por fortuna, y por eso lo incluyo como célebre guerrero literato, tuvo tiempo de escribir varios volúmenes a modo de auto biografía: Misiones secretas, Vive peligrosamente y Luchamos y perdimos son muestra de su grandeza también escribiendo. Cualquier amante de la literatura bélica y de acción, independientemente de su ideología, disfrutará con el estilo sencillo y directo, natural, sin engrandecer las ya de por sí grandes gestas de su vida.

En todo caso, un hombre excepcional, digno de las mayores alabanzas, sin tachadura ninguna; culto y apasionado lector, como no podía ser de otra manera, y como ejemplo, todo lo que nos dejó escrito.