42. Reseñas

La loma de los tanques

Ficha técnica:

Título: La loma de los tanques

Autor: Urquiza Viedma, Juan

Editorial: Círculo Rojo

Año de publicación: 2022

ISBN: 9788411371469

Páginas: 324

 

La ocasión merecía la pena y la presente obra es el mejor homenaje que se les podía brindar a las unidades acorazadas españolas en el centenario de su creación. Con los ingredientes que les voy a enumerar, difícilmente podía salir algo malo:

El autor, veterano suboficial de infantería casi siempre destinado en unidades de carros, gracias a su prosa sencilla pero amena y didáctica, es el principal culpable de esta maravilla. El prólogo a cargo del teniente general (R) Miguel Alcañiz Comas, antiguo jefe del autor en la Brigada Guadarrama XII le da un toque de clase, experiencia y erudición. La edición, a cargo de la exitosa editorial Círculo Rojo es un sinónimo de calidad. 

Pero sobre todo la historia, el eje central de esta obra y primer ladrillo colocado en el extenso y heroico historial de nuestras unidades de blindados, esa historia de la primera compañía de Carros de Asalto y sus vicisitudes desde su creación y bautismo de fuego y posteriores victorias; redondean una obra que debe empezar a ser un éxito y una referencia para el que quiera saber algo más de nuestros carros, que no tanques, y unos hombres que a lo largo de más de 100 años nos han demostrado que están hechos de otra pasta.

El secreto del éxito del subteniente Urquiza reside en su dilatada experiencia, en su amor por el Ejército, especialmente a las unidades acorazadas y para disfrute de propios y extraños, en haber encontrado la fórmula para novelar de una manera tan extraordinaria la ya de por sí excepcional historia de aquel lejano marzo de 1922 en la llamada Loma de los tanques de Anvar, en el Rif. Un puñado de valientes soldados, sin ninguna experiencia en combate, sin instrucción ni entrenamiento con aquellos novedosos ingenios, escribieron una página de oro y comenzaron con el todavía vigente llamado espíritu carrista.

Aquel primer envite fue un pequeño desastre porque no podía ser de otra manera dadas la improvisación, las prisas del Alto Mando o las carencias de suministros, compenetración entre ellos o coordinación con la infantería que les acompañaba. Se perdieron hombres y carros, pero una vez más, las agallas -por no decir cojones - del soldado español se impusieron. Y tanto mejoraron que en los siguientes combates se distinguieron, siendo incluso merecedor el entonces sargento Mariano García Esteban de la Cruz Laureada de San Fernando, conseguida a cambio de su propia visión.

Pero les emplazo a que lean el libro, que mejor se lo va a contar su autor. Tan realista es, que uno vuelve a ponerse el mono y recordar lo que es la vida en campaña, en maniobras, pasando niveles...