44. Reseñas
Los caballeros de la Legión
Ficha técnica:
Título: Los caballeros de la Legión
Autor: Micó España, Carlos
Editorial: Galland Books
Año de publicación: 2009
ISBN: 9788493750107
Páginas: 201
Todo un acierto el que tuvo la editorial Galland Books al reeditar esta obra, casi devolverla a la vida y sacarla de las tinieblas del olvido junto a otras imprescindibles novelas como La barbarie organizada de Fermín Galán o Legión 1936 de Pedro García Suárez, de las que próximamente opinaré en este mismo blog.
Estamos ante un libro del todo imprescindible por diversos motivos de peso: es uno de los primeros libros que se publican sobre el Tercio -en 1922 - , está escrito por un periodista, dándole un toque diferente, especialmente más atractivo que unas simples memorias o escritos más académicos de los oficiales. De esa época, año más o menos, son Diario de una Bandera del Comandante Franco, La Legión del propio Teniente Coronel Millán-Astray o Diario Africano del Teniente Montero Bosch.
Carlos Micó ya era todo un personaje antes de alistarse al Tercio por mero afán de aventuras y verdadero interés sociológico. No es una novela, ni un ensayo, quizás el más completo y magnífico trabajo de investigación periodística y social hecho sobre esa Legión incipiente de los primeros años 20.
Micó, figura polifacética y controvertida, era también deportista, por lo que no le fue difícil adaptarse a la dureza de la vida legionaria en campaña. Ascendió a cabo y a sargento, participó en el socorro de Melilla tras el Desastre de Annual; escoltó convoyes, defendió blocaos, liberó Nador... nadie mejor que él para describir los escenarios y sobre todo los personajes de aquella mítica - y mística - Legión en sus inicios.
En 1923 y años posteriores, después del éxito de éste Los caballeros de la Legión publicó en la Novela Semanal varios relatos legionarios como Lupo Sargento o El camillero de la Legión entre otros. Ese mismo año 23 sería sometido a juicio de guerra por injurias a varios oficiales. No es de extrañar, dado su carácter inquieto y a saberse superior intelectualmente hablando a algunos de sus superiores.
Por desgracia se le pierde la pista al principio de la Guerra Civil, posiblemente caído en combate o ejecutado por algún contendiente, dado que era demasiado echao palante y tenía la lengua muy afilada. Claro que quedará la duda de qué pasó en realidad con él, pero su destino nos privó de más obras geniales como ésta: la mejor descripción de la psicología legionaria realizada en sus inicios por un perfil muy legionario, el del único y sin igual Carlos Micó España.
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